El tratamiento de la cuestión presupuestaria en el Consejo Superior durante el año 2013, estuvo atravesada por la aprobación, que hizo este cuerpo en la última sesión del año pasado, del convenio-programa con la Secretaría de Políticas Universitarias (SPU), con el propósito de responder al “déficit presupuestario” de la UNCo (Ordenanza 1048). Recordemos que en este convenio la gestión de la universidad, asumía tener un déficit acumulado de 46 millones de pesos y se comprometía, a generar un ahorro en los gastos a cambio de aportes adicionales por parte de la SPU. El convenio establece explícitamente que para este año, ese ahorro provendría de la no cobertura de cargos que se produjeran como consecuencia de la jubilación de personal. El convenio también establece que la SPU financiará: 80 cargos no docentes de la categoría inicial distribuidos en 50 cargos este año y 30 más el año 2014. Más allá de que la movilización estudiantil, del gremio ADUNC y de sectores no docentes, no pudo revertir la ordenanza, quedó a la luz, de toda la comunidad académica, la poca claridad con la que se manejó el presupuesto de nuestra universidad en las últimas gestiones. Cabe señalar, a pesar de las afirmaciones en contrario, que se ha estado cumpliendo la no cobertura de cargos acordada en este convenio, lo cual significó que no docentes y docentes se recargaran de tareas y/o cumplieran funciones de mayor responsabilidad, sin el correspondiente aumento de categoría.
Por otra parte, el tratamiento del presupuesto 2013, no hizo más que confirmar las líneas de acción tanto del gobierno nacional como de la gestión de la universidad. En este sentido, el presupuesto asignado para que la UNCo distribuya de manera autónoma, deja sólo un 8% de los recursos para gastos de funcionamiento, debido a que el 92% se destina al pago de sueldos. Recordemos que en términos de política universitaria, la proporción recomendada de distribución del gasto en las universidades, es de un mínimo de 15% para gastos de funcionamiento ¿acaso la SPU pretende que se reduzca la cantidad de docentes y no docentes para alcanzar esta proporción? Esto demuestra que por más buena administración de los recursos que se haga, algo de lo que esta gestión no ha podido dar cuenta, el presupuesto asignado a la UNCo es insuficiente. Este presupuesto insuficiente es combinado con asignaciones presupuestarias, que a nuestro entender, condicionan la autonomía universitaria: financiamiento por programas, convenios con municipios y provincias, con fundaciones como es el caso del convenio con la Fundación YPF para financiar el edificio para la carrera de Geología, aceptación de las participación de las utilidades provenientes de la megaminería o la obtención de “recursos propios”, a través del pago de actividades de transferencias.
Por otra parte, si bien reconocemos que el ingreso de Javier Badillo como Secretario de Hacienda, es un cambio en comparación con la lamentable gestión de Romero, el rectorado ha sido coherente con su menosprecio del cogobierno. Una vez más, el tratamiento del presupuesto se hizo en una única sesión donde la propuesta de distribución nos llegó a l@s consejer@s con sólo tres días de anticipación y sin ninguna información adicional, como por ejempo la situación de las unidades académicas o el detalle de los gastos que realiza la UNCo.
Con todo lo dicho, el año 2014 nos tendrá que encontrar a la comunidad universitaria movilizada y participando en todas las instancias, para que se produzca un rotundo cambio en el rumbo que ha tomado en estos últimos años la UNCo.
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