
Compartimos la comunicación de la Federación Conadu Histórica, tras la reunión de la Mesa Ejecutiva del pasado 15 de julio.









Estos anuncios ratifican, en primer término, las metas acordadas con el FMI; esto es, el Gobierno Nacional se comprometió públicamente a continuar con el programa económico impuesto por el Fondo y los grandes grupos concentrados del país. Tal programa está lejos de atender las necesidades de nuestro sector, de quienes organizamos nuestra economía a partir del salario y de los sectores populares. Estas metas económicas no generan empleo genuino, no frenarán el aumento desmedido de los precios producto de la especulación de los grupos económicos. En definitiva, se profundizarán los niveles de desigualdad pues los anuncios ministeriales no proponen una alternativa a la concentración de la riqueza; lejos de haber distribución de la riqueza producida por quienes trabajamos se ampliará la pobreza que se impone en nuestro país.
En segundo término, los anuncios de ampliación del congelamiento de ingreso de personal en todos los organismos del Estado y un nuevo sistema de planificación de los recursos del Estado muestran que el Gobierno Nacional tiene como meta producir un ahorro de alrededor $ 600.000 millones. Estas medidas son preocupantes y alarmantes; la pandemia puso en primer plano la importancia del Estado en todas las esferas del sostenimiento de la vida. El congelamiento de ingreso de personal plantea no sólo una política pública que pone en cuestión la necesidad del Estado y estigmatiza el trabajo estatal, sino que es una retracción del Estado allí donde es ineludible – educación y salud – y donde su intervención garantiza los derechos – generación de empleo, vivienda, cultura, etcétera.
Estos anuncios llevan preocupación a la comunidad universitaria y producen un estado de alerta. El congelamiento de planta docente y no docente de las Universidades Nacionales sería altamente gravoso. Además de la necesidad de ampliar y consolidar la planta docente como una meta permanente de la constitución de una Universidad Pública con capacidad de producir el conocimiento socialmente relevante para nuestro país, se necesita más presupuesto para sostener al estudiantado en las aulas universitarias para que puedan graduarse.
Una de las metas políticas de nuestro país en el marco de una economía del conocimiento es mejorar la tasa de graduación y eso no puede hacerse con presupuestos exiguos que pongan en riesgo equipos de cátedra, líneas de investigación y bienestar estudiantil que garantice al estudiantado la permanencia – becas, comedores, etcétera – y la obtención del título universitario. La pandemia puso también en primer plano las deficiencias en materia de infraestructura de las Universidades Nacionales; se necesitan más aulas, laboratorios, espacios de innovación pedagógica y de ampliación de la frontera del conocimiento. Ello no es posible sin un presupuesto universitario acorde. El congelamiento de las plantas docentes y el recorte presupuestario pondrán en serio riesgo las Universidades Nacionales.
La situación salarial que atravesamos es muy delicada. Nuestros salarios han perdido contra la inflación a lo largo de estos primeros siete meses del año y continúa sin dar tregua, registrando un 5,3% de inflación en el mes de junio. Los pronósticos sobre el proceso inflacionario son también poco alentadores para los meses que restan del año. Por eso tenemos que seguir insistiendo en sostener un plan de acción gremial en defensa del salario y de condiciones de trabajo.





CONADU Histórica – CTA Autónoma
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