DESPIDOS DE DOCENTES EN LA FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS SOCIALES

El pasado Viernes 18,  el Consejo Directivo de la FADECS resolvió la no renovación de designaciones y la baja de dedicaciones de docentes de Servicio Social, amparándose en la reincorporación de compañeras que se encontraban con licencia sin goce de haberes.

La antinomia entre garantizar el derecho a volver al cargo y el de la continuidad laboral –de compañeras/os que llevan entre siete y once años ejerciendo esa función- se presenta como tal, sólo en el marco de la restricción presupuestaria característica de nuestra universidad.

El carácter transitorio de las designaciones interinas -máxime cuando las mismas van teniendo una prolongación incierta en el tiempo- se ve desvirtuado ante la falta de concursos regulares. Esta situación, que debiera ser excepcional, se naturaliza y convierte en normal el contradictorio juego entre alentar la carrera académica y al mismo tiempo obstruir la carrera docente y negar el derecho del trabajador a la estabilidad laboral.

Dejar sin trabajo o reducir dedicaciones a aquellos/as que cubrieron necesidades institucionales de docencia, investigación y extensión, constituye una forma de vulneración de derechos laborales; sobre todo cuanto la redesignación año tras año –en muchos casos con dedicación exclusiva y retención de título- alentó expectativas de permanencia y proyección profesional en el ámbito universitario. Esto es ejemplo palmario de una concepción flexibilizadora del trabajo de los/las docentes.

A esta altura resulta inaceptable que sean considerados como “simples interinos”, porque estas personas no sólo han sostenido las cátedras sino que además algunas de ellas se han perfeccionado realizando posgrados e integran equipos de investigación y extensión –cuya aprobación fue realizada por Ordenanza del Consejo Superior-. ¿Cómo se supone que se sostendrán estas otras tareas, de acuerdo a las previsiones planteadas en los proyectos?

Además, algunas de las docentes que retoman su trabajo en la UNCo estarían en poco tiempo en condiciones de acceder al derecho de su jubilación, lo que amerita preservar los recursos humanos formados y no descartarlos hoy para volver a disponer de ellos en cuanto se produzca la necesidad. Este sería un rasgo de buena conducción, de previsión y de planeamiento institucional.

La decisión de sostener importantes porcentajes de docentes interinos, y de alterar arbitrariamente su contrato de trabajo, es una clara  expresión de las políticas generadas en el marco del proyecto neoliberal de los ´90 para las universidades nacionales. Modelo que cuenta con actores que se ocupan activamente de sostenerlo y profundizarlo en el rumbo de consolidar una universidad un modelo empresarial y mercantilista, en la cual los derechos de los trabajadores son vulnerados sistemáticamente para dar paso a la precarización, flexibilización e intensificación del trabajo.

Sin duda alguna, más que dar de baja las designaciones de estos/as docentes lo que corresponde es la regularización de sus cargos, a través del correspondiente llamado a concurso regular.

Las/os docentes no tenemos que ser la variable de ajuste de un presupuesto escaso frente al cual las autoridades universitarias se resignan silenciosamente, por eso desde ADUNC reclamamos al Consejo Directivo de la FADECS que revea la decisión tomada a fin de garantizar la continuidad laboral y los recursos financieros que la situación demanda.