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ADUNC rechaza el acuerdo YPF-CHEVRON – DECLARACIÓN-

ADUNC rechaza el acuerdo YPF-CHEVRON

Entrega, depredación de nuestros recursos naturales y muerte.

El acuerdo que firmara el gobierno Kirchnerista con la multinacional norteamericana Chevron es una virtual reprivatización de nuestra YPF, y el previo Decreto 929/13; constituyen un acto de entrega nacional de nuestros recursos naturales al mejor estilo de la década menemista; al mismo tiempo que introduce un método de extracción de hidrocarburos no convencional como es la fractura hidráulica o “fracking”, una metodología muy controvertida que ha sido prohibida en varios países, dadas sus gravosas consecuencias ambientales.

La entrega “llave en mano” de los yacimientos de la cuenca del Neuquén a Chevron encontraba inicialmente una serie de escollos legales. Sobre todo, en la sentencia judicial que pesaba sobre esta empresa, expedida por la justicia ecuatoriana que condenó a Chevron (que operó entre 1964 y 1990 en Ecuador, cuando era Texaco) a pagar 19.000 millones de dólares por graves delitos ambientales cometidos en la Amazonía ecuatoriana, en territorios ancestrales de pueblos originarios. El embargo se levantó a pedido de la Procuradora Nacional de nuestro país, A. GilsCarbó, y posteriormente, a través de un rápido fallo a favor de Chevron, emitido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina.

Allanado el camino para la firma del acuerdo con Chevron el Gobierno, veinticuatro horas antes de la firma del mismo, creó por decreto (929/2013) un régimen de promoción de inversión de hidrocarburos, a la medida de Chevron; que prevé beneficios para las empresas que presenten proyectos de explotación de un monto no inferior a 1.000 millones de dólares.

Este hecho constituye, nada más ni nada menos, que una vuelta de tuerca en el proceso de falsa estatización de YPF, que concluye en la entrega de nuestros bienes naturales a Chevron, para que ésta lucre con la destrucción de nuestros territorios y del ambiente. Una vez más los argentinos/nas nos vemos confrontados a una estafa, cuyos responsables son el Gobierno Nacional y sus socios provinciales.

A la manera de la legislación minera de los años `90, este decreto otorga la exención a pagar los derechos de exportación a partir del quinto año de ejecución del proyecto sobre el 20% de lo extraído; establece la libre disponibilidad (100 %) de las divisas provenientes de la dicha exportación; no propone una reglamentación de la extracción que prevea los impactos ambientales que ocurrieron en otros lugares del mundo con el “fracking”, entre otros puntos controvertidos.

En nuestro país las poblaciones ya comenzaron a organizarse y manifestar fuertes resistencias al avance de la explotación de los hidrocarburos no convencionales. Tal como lo muestran diferentes ordenanzas municipales que prohíben el fracking: Cinco Saltos, en Río Negro; en Entre Ríos, ya son  10 los municipios que prohibieron esta técnica y en Mendoza, cuatro departamentos -dos de los cuáles enfrentan hoy un veto-. Por otro lado, una medida cautelar en Chubut, presentada por representantes de pueblos originarios, logró frenar la exploración de un pozo mediante “fracking” (aquel que había sido inaugurado por la presidenta). Y más aún, recientemente, la Confederación Mapuche del Neuquén dio a conocer un comunicado en el que rechazan el pacto entre Chevron e YPF y afirma que no dejarán ingresar a la empresa, prófuga de la justicia ecuatoriana, a sus territorios ancestrales.

Cabe agregar que en diferentes lugares del mundo como Francia, Alemania, Gran Bretaña, Canadá, Suiza, Australia y Sudáfrica y muchos estados de Estados Unidos; se prohíbe el “fracking”.

Las petroleras solo comparten con la megaminería contaminante  (Barrick Gold, por ejemplo) semejantes concesiones. Ninguna empresa, ni ciudadano/na en el país tienen semejantes privilegios. Mientras a las multinacionales petroleras se las va a eximir de pagar retenciones por la exportación, la fruticultura en el alto valle del Río Negro y Neuquén paga retenciones a la exportación incluso estando hoy  inmersa en una profunda crisis con miles de chacareros al borde de la quiebra y con la amenaza de producirse miles de despidos de trabajadores. Lo mismo sucede con la lana y la producción ganadera amenazada ahora por la destrucción y contaminación de los campos.

Las concesiones a la empresa Chevron también son aplicables al conjunto de las empresas petroleras, en su mayoría extranjeras. Las implicancias de estos acuerdos, además de la depredación y contaminación de nuestros territorios, implicaran aumento de los combustibles y de la inflación.

El acuerdo con Chevron y las petroleras es una expresión clara del modelo extractivista, exportador del Gobierno Nacional; que beneficia centralmente a las multinacionales, condena a la producción nacional  y descarga la crisis sobre los trabajadores y el pueblo.

A su vez, es vergonzoso que  los gobiernos provinciales de Neuquén y Río Negro actúen como principal cómplice de la política del Gobierno Kirchnerista, de entrega y saqueo de nuestra provincia.

 

En otro orden de cosas, si tenemos en cuenta que cada perforación demanda 30 millones de litros de agua dulce y que se utilizarán 424 mil kilos de químicos tóxicos tales como arsénico, mercurio y ácido fluorhídrico, uranio, radio, radón, entre otros; sin lugar a dudas se pone en serio riesgo a la población. A ello se suma que, el pacto YPF-CHEVRON, es el inicio de la promoción a otras multinacionales para multiplicar las perforaciones no convencionales.

Un informe del Observatorio de los Derechos de los Pueblos Indígenas y Campesinos muestra ya en el año 2006, en la localidad de Añelo -a cien kilómetros de la ciudad de Neuquén- que los habitantes del lugar (explotado por Repsol YPF) “presentan medidas alarmantes de mercurio, cromo y plomo en sangre”.

Como si esto fuera poco, recordemos que desde 2011 se está llevando a cabo la extracción de Hidrocarburos No Convencionales (HNC) -por Apache en Anticlinal Campamento- en la zona de Zapala y en tan solo dos años se pudieron ver las nefastas consecuencias sociales, económicas, ambientales, territoriales que conlleva la extracción de HNC por medio de la hidrofractura. Cristina Lincopán, quien era la longko de la comunidad GelayKo –que está ubicada a 40 kilómetros de Zapala-, denunciaba: “Cae agua contaminada al territorio y a las plantas. Y nuestros animales comen esas plantas, toman esa agua. Nosotros para vivir, vivimos de nuestros animales. Nunca vivimos de la empresa, ni de la provincia. Y hoy vivimos en una cochina pobreza porque la petrolera ha roto todo. Antes podíamos criar 1000 ovejas y hoy no podemos criar ni 100 chivas” (Cartago, 2012). Además, agregaba: “Aparecen enfermedades que no sabemos de qué vienen. Tenemos ancianos que están ciegos. Ahí todos los días, día y noche, están largando el gas, queman el gas y que eso lo largan al aire. Y tenemos un olor que está saliendo de una planta procesadora de gas que está a un kilómetro, o menos, de nuestras casas. Hay mujeres que  pierden sus embarazos y  nuestros niños sufren de la respiración». Lamentablemente, fue Cristina una víctima más de la contaminación de las empresas petroleras y falleció en marzo de 2013 a causa, justamente, de problemas respiratorios.

En síntesis, se ha avanzado en este tipo de explotación sin ejercicio de ningún tipo de consulta popular, debate ciudadano y, mucho menos, de estudios serios sobre las consecuencias socio-ambientales de la explotación del gas y petróleo no convencional.

Si ya existen países, como ya mencionáramos, que no autorizaron este tipo de explotación de combustibles fósiles; no puede ser, no es justo, ni responsable que en Argentina desde los escenarios incluso del Poder o su sistema de Ciencia e Investigación, o desde la Academia Nacional; no se escuchen llamados de alerta, atención, precaución y responsabilidad.

En éste marco, desde ADUNC, consideramos que debe aplicarse el principio precautorio: la obligación de suspender o cancelar actividades que amenacen el medio ambiente mientras que no existan pruebas científicas suficientes que descarten el deterioro del mismo.

Muchas  son las voces que afirman que es posible resolver el autoabastecimiento energético sin acudir a la asociación con capitales multinacionales, ni a técnicas tan riesgosas para el ambiente y la vida, como lo es la hidrofractura.

Son interesantes a considerar las propuestas desarrolladas por distintas organizaciones sociales y grupos expertos centradas en:

–       Recuperar la totalidad de yacimientos y áreas, caducando las concesiones otorgadas por falta de cumplimiento de las curvas de inversión comprometidas, sin resarcimiento y con cobro de los pasivos ambientales no remediados.

–       Recuperar la totalidad de YPF y convertirla en empresa pública, con control público y de los trabajadores en sus aspectos ambientales, sociales, económicos y productivos.

–       Restablecer la inversión exploratoria de recursos convencionales

–       Realizar convenios de cooperación energéticas regionales (Bolivia, Perú, Brasil, Venezuela, Ecuador,…)

–       Aceleración de la sustitución de las fuentes energéticas sucias con tecnologías limpias, para cambiar la matriz de energía.

–       Prohibir la exportación de hidrocarburos, ajustando la producción a las necesidades nacionales

–       Dictar una moratoria para la explotación de hidrocarburos no convencionales, mientras se desarrolla más investigación para garantizar una explotación más segura en todos los aspectos: ambientales, sociales y económicos.

 

8 de agosto de 2013

ADUNC

 

Fuentes consultadas:

–       Maristela Svampa, blog.

–       Multisectorial contra de la Hidrofractura de Neuquén.

–       Movimiento para la Recuperación de nuestro Petróleo y los demás recursos energéticos.

–       Documento CTA Neuquén

 

 

 

Acerca de adunc
Asociación Docentes Universidad Nacional del Comahue (ADUNC).

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